La pizzería Don Juan sostuvo los embates económicos del país, la reciente pandemia e incluso la inexperiencia de su último y actual dueño, que cuenta cómo llegó a hacerse de este local gastronómico. “Yo venía del palo de la carnicería y las confiterías, sinceramente me tiré a la pileta. Si hubiera practicado, aunque sea una semana antes, no hubiera costado tanto el arranque”, cuenta con humor Domingo De Caria en diálogo con El Diario Sur.
Sin embargo, rápidamente el negocio comenzó a andar sobre ruedas como lo fue a lo largo de todos sus años en el centro de Lomas hasta el día de la fecha. José De Caria visita frecuentemente a su hermano Domingo en la pizzería y cuenta por qué Don Juan “siempre estuvo lleno”: “Al estar al lado de la estación siempre fue un lugar de paso para picar una buena muzzarella al molde con una bebida y seguir con la rutina del día”.
La ubicación estratégica de Don Juan y el sabor atrapante de su muzarella al molde hecha al quebracho en horno de barro aparecen como las características fundamentales por las cuales varias generaciones de vecinos todavía eligen a esta pizzería. “Viene gente de más de 80 años, así como también los hijos y ahora los nietos. De generación en generación. Si vos preguntás por la pizzería Don Juan en Lomas, la conoce todo el mundo”, completó José.
El secreto de la pizza “al revés” de Don Juan
Primero se arma una masa madre de tres tiempos, cuyo bollo principal se moldea, y se realiza una pizza de alrededor de 400 gramos. “Hacemos todo a ojo, ya que no pesamos nada, a la vieja usanza. Ahora, los pizzeros modernos pesan todo y lo pasan por la balanza”, asegura con humor Domingo De Caria.
“Aparte, la elaboración de la de muzzarella la hacemos al revés, ya que, el sistema es elaborado con una planchuela dentro del horno que tiene una pala de hierro que permite que la muzzarella se encuentre debajo de la masa de pizza”, completó el dueño de Don Juan, de 64 años.
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